Cierro los ojos e imagino cada una de esas gotas resbalando por las mejillas de todos aquellos que sufren, que sienten dolor, que sienten pena en sus corazones. También imagino cada una de esas gotas recorriendo las mejillas de los que lloran de felicidad, que rien sin parar, de aquellos que se sorprenden a cada instante, como los niños.

Gotas que también me recuerdan que caen por igual sobre mis mejillas como sobre las de los demás...por tanto, ¡todos somos iguales!
Abro los ojos, ya no llueve, luce el Sol.
¡Bienvenida sea la Luz a nuestros corazones!
Víctor
No hay comentarios:
Publicar un comentario