14 sept 2012

Dinacharya



 Una gran e importante aportación por parte del Ayurveda es el concepto de Dinacharya o rutina diaria.
 En la antigüedad, los rishis o sabios que transmitieron el Ayurveda se dieron cuenta de que unos hábitos  de vida saludables eran la llave para mantenernos sanos; para ello, establecieron una rutina para el cuerpo y la mente, adaptada a cada Prakriti.
 El hecho de seguir una rutina fortalece nuestra inmunidad, aporta calma y creatividad a la mente y contento y satisfacción al alma.
      Cada persona debe adaptarla a su vida de forma gradual y de acuerdo a sus posibilidades.

Los pasos de una rutina diaria ayurvédica son los siguientes:
1)      Levantarse:
Dinacharya empieza con la hora de levantarse, que debe ser al amanecer o un poco antes de la salida del Sol, cuando hay más silencio, además de permitirnos sincronizarnos con el horario solar. A este instante se le llama Brahma Muhurta, entre las 4 y 6 de la mañana.
Puesto que la primera hora de la mañana está predominada por Vatha, sus cualidades de irregularidad y ligereza, con un sueño poco profundo, nos facilita el despertar. Al mismo tiempo, Vatha rige el movimiento, por lo que es un buen momento para evacuar todas las toxinas del cuerpo y la mente, acumuladas durante la noche. Si es posible, es muy beneficioso para los ojos y la vista en general mirar al Sol durante su salida. A esta técnica se le llama “Sun Gazing” y debe hacerse durante unos minutos, aumentando progresivamente. Hacer esto mejora la vista y aporta energía y vitalidad a todo el organismo.

2)      Limpieza (Nityakarma):
 Una vez levantados, observaremos el estado de nuestro cuerpo para ver si hemos evacuado la comida del día anterior. A continuación, procederemos a evacuar. Es importante no suprimir las urgencias naturales, ya que la supresión prolongada puede causar resfriados, estornudos, bostezos, sensación de vómito, acumulo de gas y otros problemas más graves.

 * A continuación, nos cepillaremos los dientes de forma suave y sin dañar las encías. Los cepillos deben cambiarse de forma regular, para evitar la formación de bacterias patógenas.
 En algunos casos es mejor hacer gárgaras con agua caliente:
                  -indigestión, resfriado y fiebre
                  -vómito, mareos y náusea
                  -parálisis facial
                  -úlceras en la boca
                  -enfermedades de ojos, orejas, cabeza y corazón

* El siguiente paso es la limpieza de la lengua. Una lengua sucia indica presencia de ama tóxico,
es decir, residuos alimenticios mal digeridos que están en el tracto digestivo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    
 Una coloración blanquecina de la saburra lingual nos indica presencia de Kapha; una coloración amarillenta, presencia de Pitha y una coloración oscura, presencia de Vatha.
 Para limpiarnos, usaremos un raspador lingual, preferiblemente de cobre, plata o acero inoxidable. Rasparemos la lengua de atrás hacia delante, entre 6-7 veces, hasta que esta quede limpia.
 Esta acción, además de eliminar ama, también mejora el mal olor de boca y el sentido del gusto, y también aclara el habla.

* Seguiremos la limpieza por los ojos (Anjanam). Estos deben lavarse con agua tibia, previamente mezclada con la saliva bucal, indicada para los ojos. Una vez a la semana hay que dejar caer unas gotas de trífala durantes unos instantes..
 Los ojos son el asiento de Pitha, y Kapha es el factor creador de enfermedades en los mismos; limpiándolos conseguimos eliminar el Kapha acumulado y evitar las posibles enfermedades derivadas, además, la vista se agudiza.

* A continuación nos limpiaremos la nariz (Nasyam) con agua pura o ligeramente salada y, con la punta del dedo meñique, instilaremos un par de gotas de ghee en cada fosa nasal. Así, conseguimos limpiar los conductos faciales y prevenimos posibles enfermedades en la cabeza.

* También los oídos pueden lavarse, lo que previene el incremento de Vatha. Para limpiarlos, pondremos dos o tres gotas de ghee en cada oído, entre tres y cuatro veces a la semana.
 Tras esta exhaustiva limpieza, estamos listos para la siguiente fase de Dinacharya.

 3)      Masaje (Abhyangham):
 Se trata de un masaje general de todo el cuerpo, que se da con aceites medicinales y es recomendable hacerlo a diario. El masaje empieza por la cabeza, pasando por la cara y bajando por todo el cuerpo.
 Hacerse un masaje diario enlentece el proceso de envejecimiento, reduce el cansancio y calma Vatha (especialmente, ya que el masaje le aporta estabilidad física y mental). Este tipo de masaje, aplicado diariamente, mejora la vista, el sueño y el descanso; aporta suavidad, brillo y fortaleza a la piel; también aumenta la energía vital, además de desintoxicar y ayudar a mejorar la digestión y evacuación. Mejora la circulación sanguínea.
 En casos de indigestión, menstruación y exceso de kapha es mejor evitar el masaje.
 Las personas tipo Kapha, que ya tienen suficiente aceite en su constitución, deben usar aceite sólo para lubrificar, apenas 3 o 4 gotas; las personas tipo Vatha usarán abundante aceite para contrarrestar la sequedad que les caracteriza y las tipo Pitha, usarán aceite de forma moderada.
 En general, para una persona sana, aceite de sésamo o coco son los más indicados para el masaje. Las personas Pitha pueden optar por aceite de oliva, y los Kapha, por el de mostaza que es más cálido.
 Aquellos que no tengan tiempo de hacerse un masaje completo al día, deben masajearse la fontanela (parte alta de la cabeza), orejas y planta de los pies, tanto por la mañana como por la noche. Esto ayuda a relajar cuerpo y mente y mejora el descanso nocturno.

 4)      Ejercicio (Vyayam):
 Una vez hemos preparado el cuerpo vaciándolo, limpiándolo y tonificándolo, procederemos a practicar el ejercicio.
 La práctica de ejercicio regular fortalece el cuerpo, aumentando el vigor corporal y la resistencia a la enfermedad, el sistema inmunológico sale reforzado. Además, aporta ligereza y tonifica el cuerpo, reduce la grasa corporal, mejora la digestión y aporta vitalidad.

Ayurveda recomienda hacer ejercicio moderado como yoga o taichi. Este tipo de ejercicio es beneficioso para los tres doshas ya que calma la mente y moviliza el cuerpo y la energía, estableciendo el equilibrio necesario entre mente y cuerpo.
 Ayurveda y Yoga están considerados ciencias hermanas, tanto es así que en la India se estudia, por tradición, primero Ayurveda y luego Yoga. Esto es debido a que Ayurveda está considerada como la ciencia del cuerpo y cuando el cuerpo está listo, entonces debe estudiarse la ciencia espiritual del Yoga. Para poder profundizar en el Yoga, la ciencia espiritual de la unión de nuestro Ser con el Creador, es recomendado aprender el arte de vivir, Ayurveda.
 Al emprender la práctica del Yoga se movilizan energías y partes más burdas que han estado estancadas y/o bloqueadas durante mucho tiempo; esto puede provocar enfermedades o desequilibrios que los antiguos rishis resolvían con Ayurveda, consiguiendo una armonía perfecta entre cuerpo y mente, lo que les permitía dedicarse más tiempo a su objetivo: la unión con el Creador.
 Ayurveda recomienda que usemos la mitad de nuestra capacidad para hacer ejercicio, es decir, que cuando nuestro patrón de respiración cambia y aumenta o se empieza a sudar profusamente, debemos dejar de hacer ejercicio; con el tiempo y la práctica, nuestra capacidad aumenta.
     
Según Ayurveda, si el ejercicio se hace correctamente, este mantiene el cuerpo en óptimo estado; de lo contrario, daña seriamente el mismo.
 Tanto la mañana como a media tarde son los momentos más indicados para el masaje y el ejercicio. Después del ejercicio, nos daremos un breve masaje (sin aceite) en sentido contrario al crecimiento del pelo (Udwuartanam), lo que ayudará a redistribuir las grasas y a fortalecer el cuerpo.

 5)      Baño (Snanam):
 Después del ejercicio y el ligero masaje, procederemos a darnos un baño.
 Una forma adecuada de ducharse es con agua fría en la cabeza, ya que aporta vitalidad en los órganos sensoriales, el pelo y la cabeza.                                                                 
 El cuerpo es mejor con agua caliente, que varía en temperatura según nuestro dosha dominante:
      -vatha ----- caliente
      -pitha ------ templada
      -kapha ----- fría (estimula)

La ducha y el baño mejora la digestión, aumenta la vitalidad, aporta entusiasmo y fortalece el cuerpo; reduce los picores, impurezas cutáneas; relaja mental y físicamente, reduce el cansancio y el sudor.
 En algunos casos es mejor evitar la ducha y hacerlo con una toalla mojada:
      -después de comer
      -indigestión
      -diarrea o rinitis
      -parálisis facial

 6)      Meditación (Dhyanam):

 La meditación es un bastón que nos permite aprender a adquirir serenidad y sosiego en los momentos turbulentos, nos permite ver, enfocar y participar de la vida desde otro ángulo. Pensamos que la vida sólo es de una manera, como nosotros la vemos, pero tiene muchos matices que se nos pierden en medio de tanta agitación. A través de la meditación, calmando nuestras mentes y aportando paz a nuestras vidas, podemos fundirnos y hacernos uno/a con la vida, enriqueciéndonos con su sabiduría y su magia.
 Las personas Vatha son las más necesitadas de una práctica regular, debido a que sus mentes fluctúan constantemente. La meditación les aporta la paciencia y calma que les faltan.
 Las personas Pitha no necesitan tanta meditación, aunque les conviene, así son capaces de aplacar esa tendencia a la ira ya al control que les caracteriza. Suavizando y endulzando sus tendencias, la vida es mucho más llevadera para ellos y para los que les rodean.
 Las personas Kapha son las que tienen menos necesidad de meditación tienen, ya que su propio carácter pausado y contemplativo hace que se tomen la vida con mucha calma. A pesar de ello, es recomendable que hagan una práctica diaria, ya que les permitirá tomar consciencia de ellos mismos y de lo que les sucede.
Cualquier persona es apta para meditar, en cualquier momento y a cualquier edad, existiendo diferentes y variados tipos de meditación. Cada uno debe encontrar un método que le sea apropiado, en el que se encuentre a gusto, y practicarlo con regularidad, pues es con la práctica cuando se obtienen los beneficios máximos y es a través de ella cuando podemos observar los cambios que nos van sucediendo.



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