"...son las tres cualidades inherentes a la materia que mantienen al ego en el cuerpo y al Alma universal en la Naturaleza".
De ellas nacen los órganos de los sentidos y de la acción, así como los sentidos en si mismo. Del mismo modo, doshas, alimentos y demás pueden clasificarse según estos tres atributos:
- SATTVA: palabra clave -ARMONÍA-
Aparece un anhelo de sabiduría, felicidad y verdad.
El fruto de la armonía es el bien, de donde emana el conocimiento.
VATHA es el dosha asociado a esta cualidad (cuando está en equilibrio).
En general, verduras crudas o semi -cocidas, fruta, raices y tubérculos, leche, ghee, agua, arroz, avena, miel pura, algunos frutos secos como las almendras (mejor en remojo) y legumbres (mejor también en remojo), así como el aceite de oliva, son considerados alimentos sátvicos.
- RAJAS: palabra clave -ACCIÓN-
Es el principio activo y enérgico. Cuando en una persona predomina esta cualidad, hay una tendencia natural hacia la pasión, envidia, odio, lujuria, falsedad, ambición y búsqueda de placer en todos los aspectos, así como sensualidad. Suelen ser personas extrovertidas que disfrutan de las cosas materiales.
El fruto de la acción es el dolor, descontento e inquietud, de donde emana el deseo.
PITHA es el dosha asociado a esta cualidad.
Como alimentos rajásicos tenemos: carne roja, cerdo, pollos, huevos, cebollas, ajos, café, alcohol, té negro, azúcar refinado, espécies picantes, comidas fritas, tomate; en general, alimentos ácidos, picantes y amargos y salados, además del tabaco. Les gusta comer en abundancia y disfrutan de las comidas.
- TAMAS: palabra clave -INERCIA-
Es el principio negativo, asociado a la apatía, ignorancia, lentitud, pesadez e indolencia. Cuando en una persona predomina esta cualidad, tiene una tendencia hacia la negatividad, oscuridad, pereza, dejarse ir, apatía, engaño y avaricia.
El fruto de la inercia es la torpeza y la inapetencia, de donde amana la emoción y la locura.
KAPHA es el dosha asociado a esta cualidad.
Como alimentos tamásicos tenemos los fermentados (incluido el vinagre), los muy maduros o muy verdes), los recalentados y re-fritos, queso cabrales y parecido (roquefort), quemados, rancios y grasosos. También dormir en exceso es un "alimento" tamásico, al igual que las drogas, que nos inducen a las actitudes o emociones antes mencionadas.
Aunque según el Ayurveda, y en función del dosha predominante, hay una tendencia hacia una u otra cualidad, lo cierto es que a lo largo del día y de la vida vamos transitando por estos distintos estados de equilibrio, acción e inercia.
Lo sabio es encontrar el equilibrio entre estas tres fuerzas, observándonos cómo estamos en cada momento para saber hacia dónde va nuestra energía y reconducirla, modificando hábitos, actitudes y alimentos, llegando a un mayor bienestar físico, mental y emocional.
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